Coordinación de Paternidad

La coordinación de patentalidad es un proceso no contencioso de resolución de conflictos centrado en los hijos para familias con alta conflictividad, que puede ser ordenado judicialmente o acordado por los progenitores separados o divorciados.

Si definimos la coparentalidad como la forma en que los progenitores coordinan el cuidado de sus hijos y utilizan las habilidades para comunicarse, resolver problemas y decidir conjuntamente, podríamos hablar de tres tipologías básicas:

  • cooperativa (los progenitores presentan una alta involucración y una baja conflictividad, en esta tipología se encuadran el 25%),
  • conflictiva (los progenitores mantienen una alta involucración y una alta conflictividad, es el grupo minoritario 10-15%) y
  • paralela (los progenitores tienen una baja involucración y baja conflictividad, siendo éste el grupo más extenso, 40%).

El coordinador ha de conseguir, a través de diversas vías, desinvolucrar a los progenitores, es decir, pasar de una coparentalidad conflictiva a una paralela (con baja involucración y baja conflictividad).

El coordinador de parentalidad, puede con el consentimiento de las partes o del juez, tomar decisiones, dentro de los límites que le marque la sentencia o el contrato de coordinación que se firma antes de iniciar el proceso.

El psicólogo que ejerce la coordinación de parentalidad tiene que tener formación y experiencia en alta conflictividad post-ruptura de pareja, coparentalidad, violencia doméstica y familiar. Así como conocimientos y experiencia en mediación y gestión de conflictos familiares.

Los objetivos  principales que se persiguen son:

  • Centrar a los progenitores en las necesidades de los hijos y descentralizarlos de las propias.
  • Minimizar el conflicto familiar, identificando obstáculos y bloqueos, trabajando la flexibilidad entre los progenitores.
  • Potenciar la coparentalidad y ayudar a los padres a implementar las medidas judiciales.
  • Diseño de protocolos para tomar decisiones, resolución de problemas o comunicación que les sirvan de guía a los padres.
  • Potenciar habilidades parentales y educativas.