Los Procesos Penales y Civiles necesitan una visión y un análisis psicológico de las personas implicadas en ellos, sus relaciones y sus conductas.
En la acción Penal es importante observar los rasgos de personalidad establecidos en los encausados para determinar grados de culpabilidad o inocencia ante los hechos cometidos. A su vez en la acción Civil, cuando las situaciones reguladas por la jurisprudencia lo demandan, se requiere atender a las relaciones interpersonales cuando éstas entran en conflicto.